1. Las frutas y verduras siempre son apetecibles. Pero mucho más si son frescas y de temporada.

2. Prestar atención a las etiquetas de la frutería: variedad, origen, calibre…son la identidad de cada fruta y verdura.

3. Aprovechar el conocimiento y la experiencia de los profesionales que venden fruta y verdura. Comprar bien es sinónimo de comer bien.

4. Una buena conservación garantiza un buen consumo. El frigorífico, sólo cuando es necesario. Sacar de la nevera las frutas y verduras un tiempo antes de comerlas mejora el sabor y la textura.

5. Cuando se pelan las frutas con cuchillo, evitar cortes profundos. Lo más nutritivo y sabroso está cerca de la piel.

6. Imaginación sin límites. Las frutas y verduras son una compañía perfecta para todo tipo de alimentos y bebidas. Mezclar, maridar, jugar en la cocina y en la mesa.

7. A comer también se aprende. Educar el gusto en la infancia y la adolescencia es básico para el resto de la vida.

8. Consumir frutas y verduras favorece la cultura alimentaria de la dieta mediterránea, con un peso equilibrado de vegetales, pescados, carnes, aceite de oliva, pan, etc.

9. Reducir el desperdicio alimentario es una responsabilidad de todos. Las frutas y verduras muy maduras, los restos de platos y guisos siempre tienen una segunda oportunidad.

10. Comer frutas y verduras es un placer, no una obligación.